La impresión 3D, una tecnología respetuosa con el medio ambiente
La impresión 3D, también conocida como fabricación aditiva, es un proceso que reduce el consumo de energía y la producción de residuos, que pueden transformarse en materias primas muy fácilmente, a diferencia de las técnicas sustractivas como el corte por láser o el mecanizado, que implican la eliminación de material para crear un objeto.
La impresión 3D, un proceso que ahorra material
Los filamentos utilizados en la impresión 3D se obtienen en su mayoría a partir de material biológico, aunque hay que recordar que el clásico PLA, el material más utilizado en la impresión 3D, se obtiene de la fermentación del almidón de maíz, lo que ya lo convierte en un material poco contaminante y biodegradable.
El único residuo que se crea con la impresión 3D son los soportes, necesarios para imprimir piezas complejas, estos soportes se pueden refundir y reciclar en filamento, lo mismo ocurre con las impresiones que tendrían defectos o simplemente se vuelven inútiles, simplemente se reciclan en filamento y se puede imprimir otra cosa con él. Esto es lo que hace que la impresión 3D sea tan económica y respetuosa con el medio ambiente.
Una nueva gama de bioplásticos para la impresión 3D
Además de los materiales clásicos como PLA, PLA PRO1, PETG y TPU, ahora podemos ofrecerle PLA relleno con un 30% de "residuos" orgánicos para su impresión 3D.
Estos filamentos reciclados tienen diferentes orígenes y permiten obtener colores únicos con materiales orgánicos reciclados, todo ello sin pasar por un proceso de pintura.
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